Este género narrativo se originó hace más de un siglo, y está llegando a ser una de las formas importantes en la narrativa.
Puede llamarse Narración Compuesta a aquella en la que se presenta un conjunto de varias
piezas, cada una de las cuales es un relato completo, con independencia y vida propia. A la
vez, están relacionadas, ya que cada relato representa un momento de una historia más
amplia, que los engloba a todos.
Si en un relato una idea secundaria se desarrolla demasiado, atentando contra la armonía de ese relato, no se la puede eliminar ni reducir, sino dejarla en toda su fluidez, pero sacarla como un relato independiente. Así nace la narración compuesta.
Dicha historia es como una novela no tradicional, que
también suele llamarse Novela de Cuentos. En inglés se llama "composite novel", lo que significa textualmente "novela compuesta".
Cada una de las partes que constituyen los capítulos funciona por sí sola como relato. Pueden leerse por separado, en cualquier orden.
Sin embargo, son episodios en la vida de un personaje y/o de un ámbito.
Un hilo conductor va progresando en cada relato y los une a través de personajes, acontecimientos, temas, ambientes, contexto
histórico, o contenido interno. Algunos de los cuentos hacen referencia a otros. Sin
embargo, cada uno de ellos se puede entender sin necesidad de ir a los otros.
Si comparamos la novela tradicional con un muro de concreto armado; y el cuento, con un ladrillo, entonces una colección de cuentos sueltos puede ser como una ruma
de ladrillos, pero una narración compuesta es una muralla de albañilería, muy necesaria.
La novela de cuentos se empezó a desarrollar, más que nada, a causa del afán por salirse del imperio del narrador omnisciente. En efecto, la versatilidad que aporta el dar cabida a diferentes puntos de vista, encarnados por distintos personajes, mueve hacia esta forma de narrar.
Algunos ejemplos de narración compuesta son:
"Mi planeta de chocolate" y "Siete paraguas al sol", de Manuel Cortés Blanco,
"Un tal Lucas", de Julio Cortázar,
"Una vida ordinaria", de José Luis Huerta,
"Annie John", de Jamaica Kincaid,
"El lado oscuro del amor", de Rafik Schami,
"El naranjo", de Carlos Fuentes,
"Palabras mayores", de Carmen Montalbán,
"Sueño fugaz", de Iván Thays,
"Cuando era muchacho", de José Santos González Vera,
"Shalom Sefarad", de Gonzalo Hernández Guarch,
"Olive Kitteridge", de Elizabeth Strout.