ARISTODEMO                         Un lugar literario
Por qué ARISTODEMO

         Todo comenzó con un sueño que tuve, en el que apareció nada menos que Platón, y en un contexto tal, que me llevó a interesarme vivamente en uno de sus principales diálogos : “El Banquete”. En el sueño, me invitaban a una representación teatral de una obra de Platón.
         No fue una simple casualidad, porque desde hacía una semana, por lo menos, estaba yo buscando afanosamente algún personaje de la antigua Grecia que me iluminara en mi tarea de dar nombre a mi sitio. Lo del sueño ocurrió en el momento preciso.

       Es importante señalar que este gran filósofo no se llamaba Platón. Era un apodo, que podría significar "formador", o más bien, "de las anchuras".

     El ingenio de Platón me impresionó tanto, que otorgué la nominación a su personaje Aristodemo.


         Pensaba conseguirme “El Banquete” en la biblioteca. Sin embargo, me fijé que lo tenía en mi propio estante, injustamente olvidado. Lo había adquirido años atrás en una de esas ofertas de librerías en que, por un precio módico, uno elige varios libros viejos desde una enorme caja puesta en el suelo.
         Cuando leí “El Banquete” conocí a sus personajes, y en especial, a un narrador testigo que Platón introdujo en su obra de una manera muy ingeniosa. Precisamente, ése es Aristodemo, un amigo de Sócrates.
         En un capítulo de “El Banquete” le toca a Aristodemo el turno de narrar. Hablan los comensales acerca del amor, y aluden con frecuencia a los dioses. Es breve el relato de Aristodemo. Una muestra de cómo ya en el siglo IV A.C., Platón utilizó una técnica narrativa notable.