Algunos poemas del libro "Páginas del viento", escrito por Antonio Rodas Sánchez, Santiago, 1982
VOLVER A AMAR
Esa lágrima quieta, detenida,
que vacila en un rostro de mujer
es una luz que advierte sorprendida
que de pronto ha dejado de llover.
Es un canto de mirlo que se anida
en el alma y le invita a renacer,
es el sonido de una voz dolida,
es semilla que vuelve a florecer.
Breve sonrisa que acaricia al viento,
le devuelve una rosa al pensamiento
y enciende el agua sumergiendo cielo;
es lágrima que vuelve a lo vivido
como abeja que lleva en el zumbido
una copa de miel en cada vuelo.
DETRÁS DE LA MÁSCARA
A ti que huyes de la vida oscura
y oficias de bufón, audaz, burlesco
escondiendo tu rostro en la pintura,
porque me haces reír te lo agradezco.
Tú que logras hacer de la figura
humana un espectáculo grotesco
salta, brinca en irónicas posturas,
disfruta de la imagen que te ofrezco.
No destruyas la máscara que implora
el aplauso cuando por dentro lloras,
y aunque tu farsa oculte una dolencia
no dejes de fingir, que en cierto modo
al final del camino somos todos
payasos de algún circo en decadencia.
DE NUEVO ES DOMINGO
Ese viejo de pasos inseguros
que se protege bajo la cornisa
va atisbando un mendrugo, una sonrisa,
apretando su sombra contra el muro.
Su sombrero ruinoso, gris oscuro,
es aquel que agitándolo en la brisa
luciera pródigo al salir de misa
cuando el pan de su mesa no era duro.
Hoy lo alza en la puerta de la iglesia
su mano fría, trémula, ofendida,
exhibiendo cansancio de vivir;
sonríe si la gente le desprecia
registrando en su barba encanecida
cuánto le queda aún que sonreír.
PAZ EN LA TIERRA
Divina Paz, devuélveme a la Tierra
donde no haya alambradas ni atrapados,
donde no estén los muros salpicados
ensombreciendo sombras de una guerra.
Devuélveme a los vientos y a la Sierra
y déjame en un huerto iluminado
donde no estén los trinos enjaulados,
donde no queden puertas que se cierran.
Donde el dolor se olvide de mi nombre
y no cubran ociosas jardineras
un residuo de huesos y gusanos.
Devuélveme a la Paz entre los hombres
donde haya amor y luz de primavera
y la lluvia y el sol me den la mano.